Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer necesita más nutrientes para cuidar su salud y la del bebé en desarrollo. Una alimentación balanceada es clave, pero a veces no es suficiente. Por ello, los suplementos vitamínicos son una herramienta eficaz y de gran valor.
El ácido fólico es fundamental. Tomarlo antes y durante el embarazo ayuda a prevenir malformaciones del cerebro y la médula espinal del bebé. También es común que los médicos recomienden hierro, ya que las embarazadas suelen necesitar mayor cantidad para evitar la anemia.
Además del ácido fólico y el hierro, algunas vitaminas incluyen omega 3, que apoya el desarrollo del cerebro del infante, así como vitaminas del complejo B, C, D y minerales como el zinc y el cobre. Estos ayudan al sistema inmunológico, a la formación de huesos y a mantener la energía.